lunes, 12 de octubre de 2015

¡Mamá, papá, en el cole hacemos magia con los colores!

Según el constructivismo piagetiano, el profesor debe facilitar herramientas a los alumnos para que sean éstos los que construyan sus propios conocimientos mediante el descubrimiento, la experiencia y la indagación. Hoy hemos aplicado esta teoría a la práctica para que nuestros pequeños investigadores de seis años averigüen por sí mismos las diferencias entre colores primarios y secundarios y cuáles son. Así, en lugar de explicarles nosotros estos conceptos, lo que puede ser bastante abstracto y aburrido para ellos, hemos sacado las témperas y pinturas de dedos para que pudieran realizar este juego llamado "Magic hands". 


Nada más entrar en clase, les preguntamos cuántos niños saben hacer magia. Lo más probable es que pongan los ojos como platos o que lancen exclamaciones de sorpresa. ¿Magia, en el cole? Por supuesto. La motivación es fundamental y con esta introducción de nuestra dinámica, habremos logrado captar la atención de nuestros alumnos. ¡Hoy vamos a aprender un truco de magia!

Aprovecharemos la distribución del aula, en la que las mesas están organizadas en grupos de cuatro, y en el centro de cada uno dejaremos una cartulina blanca tamaño DIN A3. Luego, les preguntamos a los integrantes del grupo qué color quieren crear. Imaginemos que nos dicen que el verde. En ese caso, traemos el bote de témpera azul y el amarillo. 

Le pedimos a un niño la mano y se la embadurnamos con el azul. Luego le decimos que se frote bien con la otra mano para que la pintura se extienda por toda la palma y por los dedos, y estampamos la mano en la cartulina. Luego repetimos el proceso pero con otro niño y la pintura amarilla. Después cogemos la mano del tercer niño y la manchamos con azul y la del cuarto niño con amarillo y entonces llega el momento de hacer la magia. Pero... ¡oh! Para poder hacer la magia, tendremos que poner en una mano la varita, así que no podremos frotar nuestra mano izquierda con la derecha, porque una estará con pintura, y la otra, con la varita. Por eso, nos vamos a ayudar de nuestro compañero y vamos a frotar nuestra mano con la suya. Lo hacemos rápido y sin mirar mientras decimos unas palabras mágicas. Cuando separen las manos, cada uno la tendrá teñida de color verde. Finalmente, estamparán sus dos manos en la cartulina también.

Es una actividad muy sencilla que a los pequeños les encanta. Luego, pueden escribir debajo de la mano el color que tiene (y lo pueden poner en español y en inglés, para aprovechar y practicar ambos idiomas). Cuando la pintura esté seca, podemos decir a los niños que aprovechando la forma de las manos, hagan un dibujo con ceras.


El profe que realice esta dinámica tiene que tener claros cuáles son los colores primarios (azul, amarillo y rojo) y los colores que salen mezclándolos entre sí, pues es el encargado de repartir la pintura de dedos (y, por consiguiente, de que la "magia" salga bien). Para aquellos que tengáis dudas en este tema, os dejo un vídeo que os aclarará en menos de 4 minutos.


Son muchas las ventajas de permitir a los niños hacer este tipo de actividades. Comentaré algunas de ellas: 
- la experimentación activa facilita la fijación de los conocimientos. 
- se mejora la motricidad fina. 
- es sencillo mantener la atención y la motivación en clase. 
- se estimulan la creatividad y la imaginación.
- trabajamos el orden y la limpieza durante y al término de la dinámica. 
- vemos la importancia de la cooperación. 

"Dime y lo olvido; enséñame y lo recuerdo; involúcrame y lo aprendo". Benjamin Branklin.

1 comentarios:

Unknown dijo...

¡Qué buena idea para llevar a nuestro aula, Laura! Divertida, útil y dinámica ¡Muy buena propuesta!
Sin duda, para quienes estamos interesados en el mundo educativo y nos preparamos para ser maestras, leer blogs como el tuyo es de gran ayuda; es un verdadero regalo. ¡Mucho ánimo con Mundos de Tiza, estoy deseando leer más entradas!

Publicar un comentario