domingo, 25 de octubre de 2015

¡Mamá, papá, en el cole también me leen cuentos!

A nuestros pequeños alumnos les encantan los cuentos. Tocar las páginas, observar las ilustraciones y los colores, escucharlos y leerlos. Sin embargo, con mucha frecuencia, los profesores estamos sobrepasados por las programaciones didácticas y los horarios y no encontramos tiempo para dedicar a esta actividad, lo cual es una auténtica lástima, pues los cuentos proporcionan numerosos beneficios: estimulan la imaginación y la creatividad de los niños, mejoran su lenguaje, amplían su vocabulario, potencian su capacidad de expresión y de reflexión, desarrollan su memoria, favorecen su escucha activa y su sensibilidad, son tranquilizadores y generan un vínculo afectivo. Realmente, ¿no es esto lo que queremos lograr en nuestros niños?


Como hemos visto, las ventajas de dedicar quince escasos minutos a una buena lectura de un cuento pueden ser extraordinarias. Lo ideal para llevar a cabo esta actividad sería sentarnos todos en el suelo formando un círculo, pues esta colocación favorece el surgimiento de un clima tranquilo, distendido y agradable que gustará, sin duda, a nuestros alumnos. 

Os propongo la lectura de un cuento escrito en inglés y se llama "Monkey Puzzle". En él se relata, con un vocabulario sencillo y frases cortas, la aventura que vive un pequeño mono que está buscando a su madre con la ayuda de una mariposa. El insecto va encontrando animales (un elefante, una araña, una serpiente o una rana) y le va preguntando al mamífero si alguno de ellos es su madre. Gracias a las descripciones que el monito va haciendo de su mamá, al final consiguen encontrarla, y nuestros alumnos podrán aprender los nombres de diferentes animales y sus características más singulares en otro idioma diferente al español. Además, es un libro muy colorido y con grandes ilustraciones que da pie a la interacción. El profesor puede enseñar una imagen y preguntar a los niños si creen que el animal que sale es la mamá del mono y por qué.


Al término de la lectura, podemos aprovechar para hacer muchas otras actividades relacionadas con otras áreas.

- Lengua: describe ahora a tu madre o a algún miembro de tu familia. 
- Ciencias naturales e Inglés: piensa en otros animales que conozcas y averigua su nombre en español y en inglés. 
- Plástica: dibuja y colorea la jungla en la que vive el pequeño mono y su mamá. 
- Informática: haz un pequeño collage con imágenes de Internet de los animales que han aparecido en la historia. 

Algo que todavía no hemos mencionado es la formación en valores tan importantes como el respeto a los demás, la tolerancia, la igualdad de oportunidades, el amor al prójimo o la honestidad. Todas estas virtudes tan importantes podemos trabajarlas con los pequeños mediante la lectura de cuentos.Para ello, nos serán de gran utilidad todas aquellas fábulas y cuentos con moraleja como "La liebre y el sapo", "El patito feo", "Los tres cerditos" o "La cigarra y la hormiga". 



"Viaja a un mundo lleno de imaginación en un abrir y cerrar de hojas. Lee hoy; lee siempre". Anónimo.

lunes, 12 de octubre de 2015

¡Mamá, papá, en el cole hacemos magia con los colores!

Según el constructivismo piagetiano, el profesor debe facilitar herramientas a los alumnos para que sean éstos los que construyan sus propios conocimientos mediante el descubrimiento, la experiencia y la indagación. Hoy hemos aplicado esta teoría a la práctica para que nuestros pequeños investigadores de seis años averigüen por sí mismos las diferencias entre colores primarios y secundarios y cuáles son. Así, en lugar de explicarles nosotros estos conceptos, lo que puede ser bastante abstracto y aburrido para ellos, hemos sacado las témperas y pinturas de dedos para que pudieran realizar este juego llamado "Magic hands". 


Nada más entrar en clase, les preguntamos cuántos niños saben hacer magia. Lo más probable es que pongan los ojos como platos o que lancen exclamaciones de sorpresa. ¿Magia, en el cole? Por supuesto. La motivación es fundamental y con esta introducción de nuestra dinámica, habremos logrado captar la atención de nuestros alumnos. ¡Hoy vamos a aprender un truco de magia!

Aprovecharemos la distribución del aula, en la que las mesas están organizadas en grupos de cuatro, y en el centro de cada uno dejaremos una cartulina blanca tamaño DIN A3. Luego, les preguntamos a los integrantes del grupo qué color quieren crear. Imaginemos que nos dicen que el verde. En ese caso, traemos el bote de témpera azul y el amarillo. 

Le pedimos a un niño la mano y se la embadurnamos con el azul. Luego le decimos que se frote bien con la otra mano para que la pintura se extienda por toda la palma y por los dedos, y estampamos la mano en la cartulina. Luego repetimos el proceso pero con otro niño y la pintura amarilla. Después cogemos la mano del tercer niño y la manchamos con azul y la del cuarto niño con amarillo y entonces llega el momento de hacer la magia. Pero... ¡oh! Para poder hacer la magia, tendremos que poner en una mano la varita, así que no podremos frotar nuestra mano izquierda con la derecha, porque una estará con pintura, y la otra, con la varita. Por eso, nos vamos a ayudar de nuestro compañero y vamos a frotar nuestra mano con la suya. Lo hacemos rápido y sin mirar mientras decimos unas palabras mágicas. Cuando separen las manos, cada uno la tendrá teñida de color verde. Finalmente, estamparán sus dos manos en la cartulina también.

Es una actividad muy sencilla que a los pequeños les encanta. Luego, pueden escribir debajo de la mano el color que tiene (y lo pueden poner en español y en inglés, para aprovechar y practicar ambos idiomas). Cuando la pintura esté seca, podemos decir a los niños que aprovechando la forma de las manos, hagan un dibujo con ceras.


El profe que realice esta dinámica tiene que tener claros cuáles son los colores primarios (azul, amarillo y rojo) y los colores que salen mezclándolos entre sí, pues es el encargado de repartir la pintura de dedos (y, por consiguiente, de que la "magia" salga bien). Para aquellos que tengáis dudas en este tema, os dejo un vídeo que os aclarará en menos de 4 minutos.


Son muchas las ventajas de permitir a los niños hacer este tipo de actividades. Comentaré algunas de ellas: 
- la experimentación activa facilita la fijación de los conocimientos. 
- se mejora la motricidad fina. 
- es sencillo mantener la atención y la motivación en clase. 
- se estimulan la creatividad y la imaginación.
- trabajamos el orden y la limpieza durante y al término de la dinámica. 
- vemos la importancia de la cooperación. 

"Dime y lo olvido; enséñame y lo recuerdo; involúcrame y lo aprendo". Benjamin Branklin.