domingo, 27 de septiembre de 2015

¡Mamá, papá, en el cole aprendo a leer jugando a la oca!

Aprender a leer y a escribir es algo maravilloso. O al menos, debería serlo. Es el período en el que descubres que con dos "m" y dos "a" puedes materializar a tu mamá en el papel, en el que pequeñas manchas de color negro o azul dan forma a brujas, castillos y dragones y en el que empiezas a sumergirte en fantásticas aventuras y mundos legendarios. Gracias a las letras, a las palabras, a los libros, podemos tener un universo sin fronteras ni límites al alcance de la mano.

Por eso, es de vital importancia que no sólo enseñemos a leer y a escribir, sino también a amar la lectura y la escritura. A apasionarnos por los libros y por todo lo que nos pueden ofrecer. 

Muchas veces, en los primeros cursos de Primaria encontramos una gran diferencia entre niños con mucha fluidez en estas disciplinas y otros que apenas están comenzando a juntar letras. Especialmente para mejorar la lectoescritura y reforzarla estuve buscando recursos dinámicos, divertidos y originales. ¿Por qué no simplemente coger un libro y leer leer y seguir leyendo (que también)? Porque creo que muchas veces, los niños a los que les cuesta más aprender a leer y a escribir acaban cogiéndole manía a esto porque los profes no sabemos cómo enfocar bien nuestras ayudas. 

Así que, en una página descubrí algo que me llamó mucho la atención. ¡Una oca! Lo habéis leído bien. El clásico juego de la oca adaptado (y además en diversos niveles - letras, sílabas o palabras) para que nuestros niños pueden mejorar su lectura de un modo muy ameno. Esto podemos complementarlo a la perfección con la lectura de libros muy sencillos.

Aquí tenéis una imagen de este gran recurso.


Yo lo he llevado a la práctica y a los peques les ha encantado. 



Para despedirme, os dejo el código QR de la página en la que he encontrado este juego. Os recomiendo que le echéis un vistazo. No os vais a arrepentir. 

QR Code

"Para viajar lejos no hay mejor nave que un libro". Emily Dickinson.

martes, 22 de septiembre de 2015

¡Mamá, papá, quiero volver al cole!

Piscina, playa, montaña, turismo, excursiones, juegos, cero horarios. Y de repente arrancamos una página del calendario y nos damos de bruces con septiembre. El mes de la vuelta a los colegios. Este regreso suele provocar llantos entre los alumnos más pequeños (bueno, y entre los no tan pequeños) y caras largas entre los adolescentes. Incluso hay niños que durante los primeros días o semanas experimentan, entre otros, ansiedad, alteraciones del sueño o trastornos digestivos. Auténticamente dramático.


¡Profes, familias, sociedad en general, ayudemos a cambiar esta visión del cole y de la vuelta al mismo! Hagamos que los niños tengan ganas de ir a clase, de jugar, de aprender divirtiéndose.

Cómo no, las primeras impresiones son fundamentales. El ambiente que un niño percibe el primer día de clase determinará en buena parte la actitud que tenga el niño, si no durante todo el cuso, al menos sí durante las primeras semanas. Entrar en el curso con buen pie, con ganas, sin tensión ni problemas, es una ventaja. ¿Por qué no favorecerlo?

Para ello, saquemos del “Cofre de las Ideas” unas pocas:

1) Colocar en la puerta de la clase un cartel de bienvenida a nuestros alumnos y en cada mesa, un pequeño regalo igual para cada niño y con un significado. Por ejemplo, podemos dejar un subrayador con una nota “para que sepas que eres muy importante en esta clase”, una goma con otra nota “para que sepas que los errores son buenos y gracias a ellos aprendemos” o un lápiz “para que juntos escribamos una gran historia durante este curso”.



2) Dejar en la mesa de cada uno una carta ligeramente personalizada.


3) Elaborar una piñata que encontrarán los niños colgada en la clase. Dentro de ella, podemos meter papeles recortados con formas en los que haya frases divertidas, frases motivantes, frases de valoración a nuestros alumnos, pegatinas… Incluso podemos poner unas pocas serpentinas (que luego recogeremos nosotros para dejar nuestra clase bien limpita) para terminar de dar ese ambiente festivo que queremos que tenga la vuelta al cole.


4) Después de dar la bienvenida de una u otra manera, llega el momento de comunicar cómo van a ser nuestras clases. ¿Por qué no hacerlo con un vídeo? Uno que me parece muy bueno, sobre todo para los más mayores de Primaria es éste:
  

Todo lo digital les llama más la atención a nuestros alumnos, grandes nativos en este campo. ¿Y si el vídeo trata de algo que conozcan? ¿Y si tiene como contenidos implícitos la cooperación, la motivación, el esfuerzo, las ganas de superación, que el aprendizaje es un proceso, que hay etapas mejores y otras peores, que hay obstáculos por vencer y niveles que pasar?

¡Bienvenidos al cole!

“Yo no enseño a mis alumnos, sólo les proporciono las condiciones para que puedan aprender”. Albert Einstein.

miércoles, 16 de septiembre de 2015

¡Mamá, papá, en el cole hemos creado un blog!


Ya estás dentro.

Dentro de un mundo que sorprende, que transforma, que puede cambiar vidas enteras. Dentro de un mundo que apasiona. Y a la vez, dentro de un mundo complejo, lleno de aristas y caras, enigmático y arduo que necesita de la implicación de todos nosotros para ir creciendo y mejorando día a día.

Tenemos un gran reto por delante: descubrir nuevas metodologías, introducir las nuevas tecnologías en las aulas, investigar acerca de las inteligencias múltiples o de las escuelas alternativas. Ayudar a los niños a crecer tanto académica como humanamente, a cooperar entre todos, a descubrir lo emocionante que puede ser el aprendizaje, a ofrecerles herramientas para que ellos sean los protagonistas y artífices de este proceso y puedan descubrir soluciones o ideas.

¿Aceptas el desafío?

"Un buen maestro puede crear esperanza, encender la imaginación e inspirar amor por el aprendizaje". Brad Henry.