Piscina, playa, montaña, turismo,
excursiones, juegos, cero horarios. Y de repente arrancamos una página del
calendario y nos damos de bruces con septiembre. El mes de la vuelta a los
colegios. Este regreso suele provocar llantos entre los alumnos más pequeños
(bueno, y entre los no tan pequeños) y caras largas entre los adolescentes.
Incluso hay niños que durante los primeros días o semanas experimentan, entre
otros, ansiedad, alteraciones del sueño o trastornos digestivos. Auténticamente
dramático.
¡Profes, familias, sociedad en general,
ayudemos a cambiar esta visión del cole y de la vuelta al mismo! Hagamos que los
niños tengan ganas de ir a clase, de jugar, de aprender divirtiéndose.
Cómo no, las primeras impresiones
son fundamentales. El ambiente que un niño percibe el primer día de clase determinará
en buena parte la actitud que tenga el niño, si no durante todo el cuso, al menos
sí durante las primeras semanas. Entrar en el curso con buen pie, con ganas, sin
tensión ni problemas, es una ventaja. ¿Por qué no favorecerlo?
Para ello, saquemos del “Cofre de
las Ideas” unas pocas:
1) Colocar en la puerta de la clase un cartel de bienvenida a nuestros alumnos y en cada mesa, un pequeño regalo igual para cada niño y con un significado. Por ejemplo, podemos dejar un subrayador con una nota “para que sepas que eres muy importante en esta clase”, una goma con otra nota “para que sepas que los errores son buenos y gracias a ellos aprendemos” o un lápiz “para que juntos escribamos una gran historia durante este curso”.
1) Colocar en la puerta de la clase un cartel de bienvenida a nuestros alumnos y en cada mesa, un pequeño regalo igual para cada niño y con un significado. Por ejemplo, podemos dejar un subrayador con una nota “para que sepas que eres muy importante en esta clase”, una goma con otra nota “para que sepas que los errores son buenos y gracias a ellos aprendemos” o un lápiz “para que juntos escribamos una gran historia durante este curso”.
3) Elaborar una piñata que encontrarán los niños colgada en la clase. Dentro de ella, podemos meter papeles recortados con formas en los que haya frases divertidas, frases motivantes, frases de valoración a nuestros alumnos, pegatinas… Incluso podemos poner unas pocas serpentinas (que luego recogeremos nosotros para dejar nuestra clase bien limpita) para terminar de dar ese ambiente festivo que queremos que tenga la vuelta al cole.
4) Después de dar la bienvenida de una u otra manera, llega el momento de comunicar cómo van a ser nuestras clases. ¿Por qué no hacerlo con un vídeo? Uno que me parece muy bueno, sobre todo para los más mayores de Primaria es éste:
Todo lo digital les
llama más la atención a nuestros alumnos, grandes nativos en este campo. ¿Y si el
vídeo trata de algo que conozcan? ¿Y si tiene como contenidos implícitos la cooperación,
la motivación, el esfuerzo, las ganas de superación, que el aprendizaje es un proceso,
que hay etapas mejores y otras peores, que hay obstáculos por vencer y niveles que
pasar?
¡Bienvenidos al cole!
“Yo no enseño a mis alumnos, sólo
les proporciono las condiciones para que puedan aprender”. Albert Einstein.
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